CRIMEN Y CASTIGO
Una de las
características más determinantes de la novela es la profundización en la
psicología de los personajes. El mundo interno tiene tanta importancia como el
externo. Esa dedicación a la descripción y a los diálogos interiores hace que
la novela se aproxime a un ensayo sobre la psicología humana.
El personaje
principal de la historia es Rodión Ramanovich Raskolnikov, un exestudiante que
vive en un diminuto apartamento en San Petesburgo. Él cree que está destinado a
grandes hazañas pero que la miseria le impide alcanzar todo su potencial.
Se presenta
una cuestión moral: ¿será que el asesinato de una persona vulgar y despreciable
sería moralmente condenado si el objetivo es superior? Raskolnikov cree que
todas las personas superiores comenten asesinatos para alcanzar sus objetivos,
los cuales representan grandes avances para la humanidad.
Convencido
de que él es una de esas personas, Raskolnikov cree que matar a una vieja (una
usurera de oficio que presta dinero con altísimos intereses y que maltrata a su
hermana menor) le permitirá obtener los medios para alcanzar todo su potencial
y que, según su razonamiento, esto no es moralmente condenable aún cuando sea
ilegal.
Raskolnikov
se dispone, entonces, a planear el asesinato, y una de sus mayores
preocupaciones es el efecto psicológico que en un futuro puede causar en él.
Dostoyevski explora el lado psicológico de una forma excepcional cuando el
exestudiante cree que durante y después del asesinato él podría ser afectado
por el remordimiento, al que ve como una enfermedad.
Después de
asesinar a la mujer, Raskolnikov entra en un estado febril y delira. El relato
acompaña ese estado y el lector es envuelto en innumerables detalles que pasan
por la cabeza del asesino.
Crimen y
castigo y el ensayo filosófico: ¿hay crimen sin castigo?
Una de las
principales cuestiones de la novela es esta: aun cuando el criminal crea que el
delito es moralmente justificable, y aun cuando es lo suficientemente hábil
como para esconder las pruebas, ¿recibirá su castigo igualmente?
La novela
adquiere entonces un tono de ensayo filosófico sobre la moral y sobre la
relación del individuo con la sociedad que lo rodea, en este caso, la sociedad
rusa, extremadamente pudorosa, católica, zarista y aristocrática.
A pesar de
que Raskolnikov no se siente culpable por el crimen cometido, la sociedad
ejerce presión moral sobre él. La presencia de su hermana y de su madre en San
Petesburgo, después del asesinato, es un motivo de extrema perturbación para el
personaje central.
Las mujeres
de su familia son muy religiosas y él las quiere mucho. La posibilidad de que
ellas conozcan su crimen es una constante preocupación para Raskolnikov.
Dostoyevski muestra que por más que la moral sea algo del individuo, es capaz
de afectar las relaciones humanas hasta los círculos más íntimos de
convivencia. La posibilidad de decepcionar a alguien querido es algo que
también está en juego en la toma de decisiones.
Otro aspecto
esencial es que Raskolnikov insiste en que no se siente culpable por el
asesinato, por lo que intenta evadir el castigo hasta cuando ya se encuentra en
prisión. Sin embargo, sus acciones y su perturbación (que solo se calma después
de la confesión), parecen indicar lo contrario.
En última
instancia, pareciera que Raskolnikov busca el castigo desde el primer segundo
después del crimen. Él no saca provecho de los bienes robados y cae en un
estado de delirio. Al comparecer ante el juez, su irritabilidad y provocaciones
prácticamente lo delatan. Esto hace que el lector pueda preguntarse si el
verdadero deseo de Raskolnikov es ser descubierto y sufrir el castigo.
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